miércoles, abril 27, 2005

Cenizas

Al recibir la noticia, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sólo de pensar que algo pudiera haberle sucedido... En ese instante tomé el teléfono para cerciorarme que se necontrara bien, si así era, lo demás sería ganancia. "Sí, se quemó, aún no sé qué sirve y qué no".En ese momento tomé mis cosas, me disculpé con la gente con la que me encontraba y no hubo nada más importante que asegurarme que él se encontraba bien. Afortunadamente no había nadie en su casa, si no, quién sabe cuál hubiera sido la historia, mejor no averiguarlo. Al día siguiente llegué temprano para ayudar a levantar, guardar y sacar algunas cosas. La impresión fue total: dos hoyos en las paredes del cuarto donde comenzó el incendio, sin recubrimiento el techo ni la paredes, la cancillería doblada y sin vidrios, el olor a quemado por doquier, cosas derretidas, toda la casa negra, llena de tizne y cenizas, todo regado...y ya se había sacado casi todo. Las lágrimas de mi desconcierto y de gratitud por que se encontraban bien, tuvieron que esperar. De ahí todo cambió, el instinto surgió, el amor adormecido despertó, sin esperar nada a cambio, sin otra prioridad que verle bien. Poco a poco se recuperarán las cosas perdidas y la normalidad de la vida, la calma.

Yo no sé qué va a pasar conmigo, dicen, ahora que viene tan al caso, que donde hubo fuego, cenizas quedan y otros insisten en que de sus propias cenizas es de donde renace el fénix. Yo lo único que sé es que cenizas hay, cenizas veo, literal y metafóricamente hablando, y no sé qué es lo que venga después.

Pido disculpas por mi ausencia en sus páginas estos días, necesito unos cuantos pues he entrado en estado de "standby".

domingo, abril 17, 2005

Lo indecible

Hay cosas tan, pero tan terribles que ni siquiera existe una palabra para nombrarlas. Cosas como el hecho de perder un(a) hijo(a)... Perderlo por enfermedad, accidente, o lo que sea. Pero si esta palabra existiera, tendría alguna clase de superlativo cuando se trata de que tu hija de 29 años, que se encuentra al otro lado del mundo, muere a causa de una negligencia médica de lo más sínica y desalmada. Y aunque existe la palabra viudo para quien ha perdido a su cónyugue, ¿quién nombra al dolor de perder a tu novia, cuando ambos vivían en un país extranjero y eran lo más cercano que se tenían, cuando no te quedan mas que el dolor impronunciable y un cansancio físico y emocional de más de un mes de lucha entre la vida y la muerte, entre la esperanza y la derrota, entre sentirte responsable (aunque no lo seas) y no tener ni cara, ni ojos, ni oídos, ni voz, ni voluntad para tener que repetir cien veces que la persona que amas ha muerto? ¿Quién puede nombrar todo esto?

Y así, sin las palabras que puedan explicar tales cosas, ni ser un consuelo suficiente a tamaño dolor, no me queda más que encender una vela y rezar una oración no sólo por ella, que al menos ya descansa entre los suyos y en su tierra, sino más bien por los que se han quedado para sufrir la pena, para sentir su ausencia, la tristeza, el vacío, el enojo, la impotencia...
Descansa en paz Kaori.

miércoles, abril 13, 2005

Fruta Seca

Tal vez sea por la lluvia que llegó a refrescarlo todo, a calmar un poco el calor que no deja desde hace días, pero el ánimo nostálgico permanece, aunque me encuentre feliz de todo a todo y con el cuerpo pidiendo descanso por tanto trajín.

Miraba aquel dibujo, mejor que el anterior. Tu mano izquierda con la que recorres el diapasón de tu guitarra, con la que tantas veces me acariciabas o cerrabas el puño, de tanta rabia. Esa mano que trabaja, que igual carga, arma, busca, teclea, enrolla cables, danza sobre tu guitarra acústica o eléctrica; que siempre está impecable, con sus callos y sus historias, que lidia con su anatomía, con su falta de elasticidad y que compensa con una ligereza que doblega las limitaciones y con sutiles movimientos cosquilleantes. Esa mano que sabe llenar de mimos suaves, caminar por mi cara y desarmarme desde el primer instante, que sabe aferrarse a la piel... Miraba esa mano, que sé, te tomó semanas dibujar. Y las cuerdas de mi violoncello no dejaban de vibrar y mientras más dejaba que fluyeran los pensamientos, que más se desahogara mi alma de todos sus rencores, anhelos, dolores, frustraciones y presentimientos, mis dedos se relajaban y corrían y se coordinaban con el arco, y el sonido fluía y yo escuchaba mejor la afinación. Y así, como si de un juego macabro del destino se tratase, sonó el aviso de mensajes...eras tú, preguntando por mí. Es quizá la tercera o cuarta vez que sucede desde que nos separamos, como si nuestro pensamiento aún siguiera conectado. Y aunque sé que el recuerdo es poderoso, cada proceso tiene sus propias implicaciones y éste ha sido el más extraño, el único donde no sé lo que debo hacer y donde vivo al día (quizá porque siempre fue así entre nosotros), donde mi única guía es la sensación de mi cuerpo, los mensajes de mi pecho, de la voz de mi alma, que pide espacio, que pide tregua, que pide paz. Que me pide volver a "casa", a mí misma, cada día y no renunciar nunca a más a lo que soy, a lo que necesito, a mi sentir, aunque ello implique estar lejos de ti. Porque a fin de cuentas somos como dice la canción: "Somos, en la distancia tan amada, fruta que fue deshidratada para poder vivir".

Fruta Seca
(fragmento)

Amo lo que recuerdo de ti.
Sueñas con lo que entonces te di.
Somos, en la distancia tan amada,
fruta que fue deshidratada
para poder vivir.

Lloras porque te anhelas en mí.
Sigo pues lo que sé es seguir.
Somos amantes de lo que hemos sido,
nos recordamos a algo conocido
que nos hizo feliz.

Rafael Campos

sábado, abril 09, 2005

Es así como cada noche,
rutina imperturbable,
muerdo tu recuerdo
hasta desgarrarlo;
le arranco un pedazo,
lo mastico lentamente, lo ingiero
y espero en esta digestión
que algún día te me acabes
(y que en el proceso deseche
lo que no necesito).
Así te devoro,
ya ausente tu cuerpo.
Disfruto cada bocado
sin prisa,
sin condimentos.
Ni me empacho
ni quedo con hambre.
Habrá más de ti
al día siguiente,
suculento manjar,
que seguiré engullendo
sin vino para acompañar.
Así sea, siga siendo,
hasta vaciar la alacenas
de la memoria
(con sus clasificaciones)
de ti,
hasta que no quede nada
que no sea este plato,
tu embalaje,
ni mis ganas de más.

jueves, abril 07, 2005

Me he dado cuenta
de que miento.
Siempre he mentido,
siempre he mentido.
He escrito tanta
inútil cosa
sin descubrirme,
sin dar conmigo.

No amar en seco
con tanto dolor
es quizás la última verdad
que queda en mi interior,
bajo mi corazón.
No sé si fue
que malgasté mi fe
en amores sin porvenir
que no me queda ya
ni un grano de sentir.

(Yo sé que a nadie
le interesa
lo de otra gente,
con sus tristezas)

Esta canción
es más que una canción,
que un pretexto para sufrir
y más que vivir,
y más que mi sentir.
esta canción
es la necesidad
de agarrarme a la tierra al fin,
de que te veas en mí,
de que me vea en ti.

(Yo sé que hay gente
que me quiere,
yo sé que hay gente
que no me quiere).

Silvio Rodríguez

viernes, abril 01, 2005

Cosas que importan...

Han pasado muchos días de ausencia. No por gusto he dejado de escribir y visitar blogs, pero sí ha sido un gusto la razón de por qué no he tenido tiempo para hacerlo.

La semana pasada fui a tocar con los Jugosos Dividendos a Zacatecas, les abrimos la noche ni más ni menos que al Afro Cuban All Stars (de quienes prefiero referirme sólo musicalmente para poder decir puras cosas buenas de ellos...) y ese festival es el primer concierto importante fuera de nuestra querida Xalapa, ante unas 3000 personas. El premio de la noche, para mí, fue ver a mi mejor amiga de la secundaria que se acercaba después del concierto junto con su pequeño a felicitarme. Al día siguiente, llegó el enorme reto de tocar en la Cumbre Tajín, un par de horas antes de que lo hiciera Molotov (grupo rockero mexicano, cuyos seguidores suelen ser un poco... pesados), ante más de 6000 personas! Con todo y todo, la presentación salió muy bien y exitosa. Ahí estaba mi hermano, a quien silenciosamente dediqué mi actuación de esa noche. Muchas cosas pasaron en ese viaje, emocionalmente hablando, fue como haber hecho contacto con una parte más honda de mi ser y tener un diálogo profundo y honesto con mis emociones, mi sensibilidad y mis deseos.

Esta semana me la tomé de vacaciones para viajar al DF y ver a mi familia y a mis amigos de la secundaria. Me encontré con la noticia de que la pareja de un buen amigo de la orquesta está muy grave en el Hospital Español y requería (y seguramente va seguir necesitando) de donadores de sangre y plaquetas. Me conmovió mucho ver la respuesta de mis amigos, quienes llegaron tarde a sus trabajos o viajaron desde lejos sólo para ayudar (y todavía me preguntan algunas personas por qué sigo teniendo fe en la humanidad?).

El día de hoy hubo reunión familiar por parte de la línea paterna de mi madre para festejar el cumpleaños 80 de la tía abuela que crió a mi madre en sus primeros cinco años de vida. Es una familia grande, alegre y muy agradable. Fue lindo ver a tíos y primos que hacía tanto tiempo no miraba y conocer a otros tantos que ni sabía que existían... pero lo mjor de todo fue ver a mi madre feliz, como hacía mucho tiempo no la veía, como la recuerdo en tan contadas ocasiones. Verla bailar, agradecer frente a todos los cuidados de mi tía, platicar con mis tíos, regocijarse y divertirse como pocas veces en su vida. Entonces comentamos mi hermana y yo de lo mucho que le ha hecho falta su familia en su vida (mi madre perdió a toda su familia -hermano, madre y padre- en el transcurso de cuatro o cinco años durante sus 20's) y de lo hermoso que fue verla ser, fluír, natural y espontánea, sin necesidad de nada más que disfrutar sin pretensiones, poses, obligaciones, complejos ni nada que se le parezca.

Este fin de semana me llevo de regreso a casa muchos tesoros; tesoros que tienen que ver con los sueños, la integridad, la esperanza, la solidaridad, el amor, los verdaderos lazos afectivos, el fruto de un trabajo de mucho tiempo, la herencia de quienes han sembrado antes de mí y la amistad.


...Ahora voy a necesitar vacaciones de las vacaciones, jeje!!