jueves, diciembre 23, 2004

A propósito de los propósitos

Me niego a hacer un recuento de lo que resultó bien y de lo que no en este año. Una de las principales cosas que aprendí fue dejar de medirme por lo que logro y por lo que no, por lo que no salió como fue planeado o sí, ni por la cantidad de errores y aciertos. Esta vez quiero medirme por la vida que ha crecido dentro de mí, que me mueve, me hace crecer, me hace soñar, me hace luchar y creer en lo que quiero y tener fe en lo que uno se siembra.
Me he dado cuenta también de que hay dos clases de personas importantes en tu vida, aquellas que crecen contigo y aquellas que crecen dentro de ti y a veces unas son también las otras y viceversa. En este año de tantos encuentros y desencuentros, de tanto cuestionamiento y búsqueda, de tanto movimiento, no puedo sino dar gracias por toda la gente que ha pasado por mi vida, así fuera sólo unos momentos, por toda la gente que sigue y por aquella que ha de llegar. Dar gracias por re-aprender mis caminos y renovar mi fuego, por todos los proyectos que han surgido, así se concreten o no. Por todo lo que he podido compartir y aprender y sobre todo, porque adelante habrá mucho más de todo esto y de otras cosas. Porque por primera vez no me mata la incertidumbre y navego junto con ella, eligiendo la dirección y sindo capitán y marinero de mi propio barco. Y más allá de todo, dar gracias porque he revalorado el hecho de arriesgarme por algo, porque al fin voy aprendiendo a hacerle justicia a la gente y verla tal y como es, de manera integral y porque el camino se me ha vuelto más importante que mis metas, aún sin perderlas de vista.
Así que venga un gran abrazo para todos y cada uno, desde el fondo de este corazón tan músico, tan poeta y tan loco... Felices fiestas para todos nosotros y que el año que viene podamos encontrarnos en algún lugar de esa otra parte, la mejor, de los seres humanos.

jueves, diciembre 16, 2004

Congelándose...

Es tan dificil, a veces, renunciar a ciertos sueños...
Y hace frío, aquí, sin esos ojos, sin esa voluntad, sin ese latido.
Y la vida se vuelve tan fácil, tan sencilla y tan irónica.
Pronto probaré mis alas, ya crecidas, ya fuertes,
ya batientes y combatientes.
Veré mi aurora boreal y mis continentes
y seguiré siendo yo, sin ser la misma.

lunes, diciembre 13, 2004

Huellas de sal

Miré en mi pantalón las marcas de sal que habían quedado y me sorprendí: quizá era la esperanza que faltaba por caer...
Por un momento me sentí infinitamente pequeña, hasta que me di cuenta de que por primera vez, en todo este tiempo y en tantas y tantas veces, mi llanto era sólo por mí y a pesar de mi tristeza pude sonreír para mis adentros.
A fin de cuentas el propósito, el único con el que comencé el año, a pesar de todo, se cumplió: ser feliz. Sí, estoy triste, pero soy feliz.

"Con toda la tristeza
me voy con mi tesoro,
me voy cantando a coro
conmigo, conmigo..."

lunes, diciembre 06, 2004

"La esperanza es como la sal, no alimenta pero da sabor al pan".
Ensayo sobre la Lucidez
de José Saramago

Con esta sal he aderezado mis comidas (y mis desayunos y mis cenas), con esta sal abrí mis sentidos y me dispuse a confiar en lo que comía, a tratar de desinfectar uno que otro brote de apatía y preservar en un proceso de salado y secado al Sol lo que por proceso natural había de transformarse (y quizá descomponerse). Con esa sal se han salado mis lágrimas y deshecho el hielo que congelaba mis caminos para hacerlos transitables.
Ahora la sal se me ha regado por viejas heridas y no aguanto el escozor...
Se ha dicho tantas veces que la sal en grandes cantidades es nociva para la salud...
Ojalá que la sal también me seque todas estas humedades...

sábado, diciembre 04, 2004

¿Qué les queda a los jóvenes?

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.

Mario Benedetti