miércoles, abril 27, 2005

Cenizas

Al recibir la noticia, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sólo de pensar que algo pudiera haberle sucedido... En ese instante tomé el teléfono para cerciorarme que se necontrara bien, si así era, lo demás sería ganancia. "Sí, se quemó, aún no sé qué sirve y qué no".En ese momento tomé mis cosas, me disculpé con la gente con la que me encontraba y no hubo nada más importante que asegurarme que él se encontraba bien. Afortunadamente no había nadie en su casa, si no, quién sabe cuál hubiera sido la historia, mejor no averiguarlo. Al día siguiente llegué temprano para ayudar a levantar, guardar y sacar algunas cosas. La impresión fue total: dos hoyos en las paredes del cuarto donde comenzó el incendio, sin recubrimiento el techo ni la paredes, la cancillería doblada y sin vidrios, el olor a quemado por doquier, cosas derretidas, toda la casa negra, llena de tizne y cenizas, todo regado...y ya se había sacado casi todo. Las lágrimas de mi desconcierto y de gratitud por que se encontraban bien, tuvieron que esperar. De ahí todo cambió, el instinto surgió, el amor adormecido despertó, sin esperar nada a cambio, sin otra prioridad que verle bien. Poco a poco se recuperarán las cosas perdidas y la normalidad de la vida, la calma.

Yo no sé qué va a pasar conmigo, dicen, ahora que viene tan al caso, que donde hubo fuego, cenizas quedan y otros insisten en que de sus propias cenizas es de donde renace el fénix. Yo lo único que sé es que cenizas hay, cenizas veo, literal y metafóricamente hablando, y no sé qué es lo que venga después.

Pido disculpas por mi ausencia en sus páginas estos días, necesito unos cuantos pues he entrado en estado de "standby".

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