lunes, diciembre 06, 2004

"La esperanza es como la sal, no alimenta pero da sabor al pan".
Ensayo sobre la Lucidez
de José Saramago

Con esta sal he aderezado mis comidas (y mis desayunos y mis cenas), con esta sal abrí mis sentidos y me dispuse a confiar en lo que comía, a tratar de desinfectar uno que otro brote de apatía y preservar en un proceso de salado y secado al Sol lo que por proceso natural había de transformarse (y quizá descomponerse). Con esa sal se han salado mis lágrimas y deshecho el hielo que congelaba mis caminos para hacerlos transitables.
Ahora la sal se me ha regado por viejas heridas y no aguanto el escozor...
Se ha dicho tantas veces que la sal en grandes cantidades es nociva para la salud...
Ojalá que la sal también me seque todas estas humedades...

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal