Dalai Lama (Tenzin Gyatso)
Como una verdad siempre sabida, siempre intuída, estas palabras me inundaron, me confortaron y me explicaron que las personas nos formamos, nacemos, crecemos y somos de amor y para el amor. Es el verdadero estado natural del ser humano. Por eso nos es tan cotidiano, tan familiar; por eso no le damos la importancia que en verdad tiene.
Estoy feliz, más que feliz: ¡Voy a ser madre!