viernes, febrero 25, 2005

Mucho movimiento últimamente. Ensayos, paquetes, correos, conciertos, jingles, redacción, correción de estilo, arreglos... Apenas entiendo cómo es que sigo con energía. Pero me entusiasma. Me entusiasma todo lo que estoy haciendo. Felizmente creo en ello, así llegue a ser posible o no.
Entre todas las cosas en que he estado trabajando, escribí una carta a la Cámara de Diputados del estado, pidiendo apoyo para la orquesta. Cuando la leí a mis compañeros, me alegró mucho ver la solidaridad que mostraron y su deseo de ser incluídos como remitentes. La carta ya ha sido entregada; hoy me entrevisté con el secretario del presidente de la cámara y el martes tengo cita con él, según me agendó el susodicho secretario, quien muy amablemente me preguntó si no me interesaba hacer carrera en la política (!!!!!!). -Si acaso supiera de mi apartidismo medular y de mi poca fe en la política que se hace en mi país...- "No, no es para mí", fue mi respuesta.
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Xalapa de Enríquez, Ver. A 22 de febrero de 2005.



H. CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL ESTADO DE VERACRUZ
PRESENTE


Por este medio, los becarios de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz, nos dirigimos a ustedes con la intención de plantear de manera directa la preocupación que nos ha surgido respecto de la situación en la que se encuentra nuestra orquesta. Recientemente se publicó un artículo en el Diario de Xalapa donde se mencionaba que “ahora con menos se hará más”, en relación con el recorte presupuestal al Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz y los movimientos y decisiones que se han derivado de ello. Con todo respeto, nosotros pensamos que en vez de “hacer más con menos”, más bien “cada vez más nos hacen menos”. Es triste ver cómo nadie ha querido tomar en serio a esta orquesta que cuenta ya con diez años de trayectoria. Diez años de hacer una gran labor social, cultural y educativa y a través de los cuales ha sido acreedora de diversos reconocimientos. Para darse cuenta, no hace falta más que analizar el trabajo que ininterrumpidamente se ha venido realizando desde el año de 1995: Giras por la entidad y otros estados y presentaciones en distintas comunidades a lo largo del estado de Veracruz, donde jamás ha llegado una orquesta sinfónica; ciclos y temporadas de conciertos, que pese a las modificaciones presupuestales se han llevado a cabo; participación en diversos festivales tanto de nuestra ciudad así como de otras urbes (Veracruz, Tabasco, Distrito Federal); conciertos didácticos, como los realizados exitosamente durante el otoño del año pasado, con una asistencia de literalmente miles de niños y jóvenes de diferentes centros educativos. Durante todo este tiempo hemos pasado por cantidad de escenarios, tanto al aire libre como salones de usos múltiples, iglesias, auditorios, las dos salas del Teatro del Estado, Sala Blas Galindo (CENART), el Palacio de Bellas Artes y la Sala Nezahualcóyotl y hemos sido dirigidos por prestigiados directores de nuestro país y el extranjero. No puede dejar de mencionarse que la mayoría de las personas que en algún momento han formado parte de la OSJEV, al cumplir su ciclo con ésta, se han integrado de manera exitosa a distintas orquestas profesionales no sólo de Xalapa (como la Orquesta Sinfónica de Xalapa o la Orquesta Universitaria de Música Popular) sino del país, entre las que se encuentran la Orquesta Sinfónica Nacional, Filarmónica de Querétaro, Camerata de Coahuila, Orquesta Sinfónica de Yucatán, Orquesta Sinaloa de las Artes, Orquesta de la Ópera de Bellas Artes, entre otras. Varios de ellos, incluso, ahora ocupan los puestos de principales en sus orquestas actuales o han tocado como solistas con algunas de ellas. Los que actualmente la conformamos, seguimos comprometidos no sólo con nuestro trabajo académico y de orquesta, sino también con nuestra superación profesional, asistiendo a cursos impartidos por los mejores instrumentistas del mundo (como el Festival de Música de Cámara de San Miguel Allende, Gto., Instrumenta Verano, en Puebla o el Norse Festival en Kentucky, EUA) y participando en concursos importantes del país. Así, queda claro que los hechos y los resultados hablan por sí mismos. Nos damos cuenta de que la beca que recibimos los instrumentistas de fila (por cierto mexicanos todos), de unos $ 5,000 aproximadamente y que por quinto año consecutivo no presenta ningún aumento (y que debido a la disminución al presupuesto del presente año, se ha reducido nuestro periodo de labores a ocho meses, sin recibir pago alguno por los meses “recortados”), no representa capricho alguno, ni se nos regala o brinda por el sólo hecho de estudiar, como es la función de otras becas. Para ser acreedores a ésta, no sólo debemos cumplir con los requisitos académicos que requiere cualquier estímulo, también debemos presentar una audición (o dos, o tres, o las que nos sean requeridas) y aprobarla de manera satisfactoria ante un jurado, además de cumplir con un calendario de actividades que incluyen ensayos, conciertos, salidas, puntualidad y asistencia y un reglamento que sanciona cualquier incumplimiento de nuestra parte. Cabe mencionar que con el monto de esta beca vivimos (algunos incluso mantienen familia), pagamos renta, alimentos, servicios, inscripciones, cursos, nuestros instrumentos (que cuestan varios miles de dólares), damos mantenimiento a los mismos y compramos los accesorios, como cuerdas, breas, cañas, zapatillas, etc., que necesitamos para realizar nuestro trabajo y que, dicho sea de paso, es muy difícil encontrarlos de buena calidad en nuestro país, por lo que nos vemos en la necesidad de importarlos (pagando impuestos como artículos de lujo por algo que nos es fundamental para trabajar) o comprarlos en tiendas donde sale tres veces más caro de su costo original.

Por todas estas razones, queremos solicitar su apoyo para conservar nuestra orquesta, se devuelvan los recursos recortados que a ésta corresponden y se asegure su futura subsistencia, para que los que trabajamos en ella podamos seguir adelante con todas las actividades que normalmente realizamos como individuos y como institución. Estamos convencidos de que esta orquesta realiza una labor más que completa alcanzando espacios y necesidades socio-culturales que otras orquestas no cubren, por lo que después de estos diez años de trayectoria, arduo trabajo y resultados visibles, actualmente forma parte del patrimonio cultural de Veracruz y, por tanto, debe dársele el reconocimiento y soporte que merece.

Agradecemos de antemano la atención prestada a esta carta y el seguimiento que de nuestro caso se realice. Aprovechamos para enviarles un cordial saludo y nos ponemos a su disposición.


Atentamente,
Becarios de la OSJEV

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