"Y aunque a veces me asuste volar

lejos del cobijo de un hogar

sé que habrá un tiempo cálido más

para dejarme llevar"

Ícaro, de Presuntos Implicados

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Es tiempo de volar, de emigrar. Siempre da un poco de susto, de vértigo, pero sólo imaginar las cosas que se pueden hacer, los lugares que se pueden visitar, los paisajes que esperan... Me llena de coraje, entusiasmo y esperanza.

Muchas cosas están sucediendo a mi alrededor, cosas importantes; desde encontrarme con que la gente que siempre nos ha visto la cara de idiotas en la orquesta, cuenta con ello corregido y aumentado para este año (espero que se lleve una sorpresa por ello. Todo con cautela y esperando solidaridad y un poco de justicia); hasta la gente que desinteresadamente me ha tendido la mano y confiado para un proyecto difícil y ambicioso. Desde ciclos que van camino a cerrarse, hasta los proyectos compartidos que, aunque involucran mucha gente, están llenos de entusiasmo y trabajo conjunto.

Esta vez el vuelo es de manera simbólica, aún no es tiempo de emigrar físicamente de aquí, pero sé también que es más importante el vuelo del alma que cualquier otro.