jueves, julio 29, 2004
Se me abren las heridas, se me abren. Déjame quedarme con tus silencios (de los que tanto aprendí y amé).Con el único recuerdo que no me haga necesitarte. Déjame escapar a tu beso, que de él no quede más que el sabor impreso en la memoria. No me recuerdes tu abrazo, tu palpitar constante, el calor de tus huesos, la confusión de sentirte y retenerte como a una ola. Déjame tan sólo mirarte y recordar cómo eres por dentro. No me lasceres el tiempo con la única constante que me diste; esa de saber que existes y que estás y que a fin de cuentas no te tengo, ni sabrás.
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