jueves, julio 22, 2004

Buen día para empezar

Finalmente hoy me he decidido a crear mi propio blog. Incentivada en parte por otros que he conocido, también porque tengo muchas ganas de hacerlo, de exteriorizar y compartir mi persona en la medida que una cosa como esta lo permite, pero sobretodo, porque me encanta escribir y creo que me va a hacer bien esta experiencia.
 
He decidido que sea hoy, cuando estoy cerrando algunos ciclos importantes y abriendo otros, cuando estoy regresando de una experiencia que me marcó en muchos sentidos y que me dio la fuerza y la visión de mí misma que necesitaba enfrentar, aceptar y exteriorizar.
 
Así, pues, comenzaré con algo que escribí el día 2 de julio, durante este viaje, que sirve como introducción y apertura a este nuevo ciclo:
 
Cuando me acuesto y pretendo dormir, mi pecho se vuelve un gran reloj gigante. Cada latido resuena como el sonido de una manecilla amplificado. Retumba por todo mi pecho y siento cómo tiemblan las paredes de mi tórax. Suena como en un enorme salón... No había reparado en cuán grande y espacioso es dentro de mí, de este pecho que tanto se ha ocupado y desocupado...donde aún quedan cosas, pero es posible ver la inmensidad del espacio que queda...no de vacío, sino de un gran lugar acogedor que ha sabido recibir a su tiempo y que en su tiempo sabrá seguir recibiendo. Por ahora no siento ansia de besos o de caricias y en este viaje he tenido que enfrentarme a este lugar y a los recuerdos que trae, tan duros unos y tan intensos otros y la posibilidad de otro viaje a Oaxaca, lugar que me marcó tanto y del que salieron decisiones importantes y de gran peso en mi vida, del que tuve que volver hecha pedazos, casi en ruinas. Quizás todo esto es porque ha llegado el momento de confrontarme con el pasado y cerrar ciclos. Hoy no huyo de nada, ni de nadie, mucho menos de mí misma. Hoy me siento en mí, con todo  mi peso, con toda mi humanidad al descubierto, mis dones, mis deseos, mis temores, mis lastres...y los tomo y los acepto, los acojo con amor y los dejo ser. No sé cuánto dure este estado, ni hacia dónde me lleve, pero al fin es movimiento y me llena de energía y fe. Se trata de que el día de hoy existo y sé que existo, soy y sé qué (quién) soy. Aprendo a ser, como dice Italo Calvino y símplemente lo celebro.


3 Comentarios:

Blogger Dama Almenara dijo...

Te animo a que no rompas esta tradición que hoy tomas. Un diario es la salud del alma.

12:03 p.m.  
Blogger dingercat dijo...

me resulto agradable leer tu primer post.
en horabuena.

saludos

8:02 p.m.  
Blogger AZUL dijo...

que bueno que estes ya inmersa en este andar de las letras...es buen bálsamo para la vida y aqui estaremos leyendo sobre tus sueños y despertares, de tus vacios y llenos...y la visitas indispensables para cargar el corazón...directo a la luna!

11:55 a.m.  

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