viernes, octubre 08, 2004

Entre el letargo, la realidad y la esperanza

Ayer me encontraba, felizmente, escuchando música con un amigo. Desde música clásica hasta jazz, pop, fusiones locochonas, etc. Sin embargo, en uno de los "viajes" musicales, escuchamos a Mahler, primero un fragmento de la 4a. Sinfonía y luego, oh! Maravilla de la creación humana, la 3a. Sinfonía. Yo recuerdo que la primera vez que la escuché fue un shock para mí en todos sentidos: musical, espiritual y emocional. Captaba los movimientos de la armonía como si me dejara arrastrar por un mar de oleaje infinito. Recuerdo muy bien que me conmovió hasta las lágrimas, de esas que salen de quién sabe qué lugar recóndito del alma. Hay un texto, la Canción de la media noche, de Así hablaba Zaratustra ( de Nietzche), que Mahler incluyó en el 4o. movimiento, encarnada en la voz de una soprano y que dice más o menos así (traducida del alemán, claro está):

¡Oh, hombre! ¡Oh, hombre!
Pon atención; pon atención...
¿Qué es lo que la profunda noche dice?

Yo dormí,
"Y de profundo sueño desperté".

¡El mundo es profundo!
Y más profundo de lo que el día recuerda.
"Profundo es su sufrimiento".

El gozo es aún más profundo
que las penas del corazón.

El sufrimiento dice: ¡Márchate!

Todos los gozos quieren eternidad.
Quieren una profunda, muy profunda eternidad...

Claro que si uno escucha esto con la música de Mahler y además ententendiendo un poco el contexto de la escuela de Nietzche... Ni hablar de qué fue lo que "despertó" en mí, de mí...y lo que me pedí a gritos mandar de nuevo a dormir (favor de no pensar en doble sentido!).
Mejor se los dejo como un pedacito de reflexión y si pueden, escúchenlo. Feliz fin de semana.

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