jueves, agosto 05, 2004

¡Apunten!...¡FUEGO!

Después de cuatro días de intensa batalla, todo terminó con la captura de la Esperanza, la Fe y un pelotón de memorias de toda clase. También se apresó a la palabra Quizás.
Ayer acudí al fusilamiento. De las tres que llegaron al paredón, la única sobreviviente fue la palabra Quizás; se le otorgó indulgencia. Sí, yo misma dicté la orden, la di al batallón y disparé a discreción contra contra la Esperanza y la Fe que de "nosotros" me quedaba. Así, una parte de mí moría, otra pedía clemencia, otra perpetuaba su "crimen" y la otra permanecía como expectador. Solamente decidí dejar de atormentarme con el mar de dudas y culpas que me ahogaba, de ese "nosotros" que nos ha mantenido al tanto del otro, de cada uno. Yo no sé si con esto se abra una nueva posibilidad (que al menos para mí es nueva) que pueda darnos la solución. La solución a los asuntos pendientes, la solución a no haber podido -o no haber querido- cerrar el ciclo.
Las memorias se escaparon antes de la ejecución y lograron esconderse... Sé que tarde o temprano saldrán y serán juzgadas, para bien o para mal.
Quizás dio los mejores "argumentos" para sobrevivir. Quizás sea la oportunidad de estar y no estar, de conservar la libertad o lo que logramos con ella. Quizás sea la invitación a reconstruír (aquí entra mi más grande escepticismo) o quizás sea la oportunidad para finalmente decirnos adiós y cerrar, en el momento en que nos sintamos listos. Aún así me encuentro triste... Quizás no haya tal libertad, quizás sólo soñamos con nuestra "egoísta" incompatibilidad, quizás aún nos buscamos con alguna esperanza, quizás sólo buscamos algo de congruencia. Quizás no sea este el tiempo de buscar o encontrar todas las respuestas. No lo sé... Quizás.

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