domingo, junio 06, 2010

Mucho qué celebrar...

Recuerdo que cuando era chica, los niños solían hacer maldades y bromas pesadas, como poner azotadores en las manijas de los coches, mojar con globos de agua a la gente, tocar timbres y salir corriendo o llamar al azar para decir boberías o majaderías, incluso agarrar el directorio telefónico y llamar preguntando por el Sr. Rosado..."para que le echaran talquito" y cosas así. También recuerdo que era poco común escuchar que se robaran niños. A mí me tocó jugar bote pateado con los vecinos e irme en bicicleta lejos, lejos a los 9 años!! Sí, jugábamos solos en la calle, nos íbamos solos a la escuela desde la primaria y los robos eran cometidos por carteristas discretos o durante las vacaciones en que no había nadie y vaciaban casas. Los peligros callejeros eran casi leyendas urbanas que nos platicaban los papás para crearnos una cierta conciencia de precaución y en realidad, todos nos preocupábamos porque más bien no pasara un coche y nos atropellara.

Hoy, a unos 20 0 25 años de distancia, es indignante y doloroso ver cómo mi pobre país ha elegido -desde arriba y hasta abajo- aplicar las creativas bromas de la infancia en sofisticadas cadenas de extorsión que operan desde penales o donde sea, para ver si sacan aunque sea $5000. ¿Por qué los mexicanos insistimos en degradar nuestra identidad y cultura (las de a deveras, no las que desde los orígenes del PRI y hasta ahora han querido moldearnos) hacia el gandallismo, despotismo, aislamiento, corrupción e impunidad? ¿Por qué no podemos entender que lo único que sacará a la humanidad y este país adelante son la unión y el trabajo bien hecho y no el egoísmo? ¿Por qué no podemos entender que el daño que hacemos a otros, el dinero mal habido (por robo, corrupción, explotación, etc) se traduce en daño a nosotros mismos, a nivel individual, familiar, social, cultural y como especie? ¿Por qué insistimos en culpar a otros de nuestras "desgracias" como país? ¿Por qué no podemos vivir en comunidades sanas y solidarias que comprendan el significado real de lo que significa vivir en grupo? ¿Por qué insistimos tanto en auto destruirnos? ¿Por qué la indiferencia? ¿Por qué las mentiras? ¿Para qué tanto dinero? A fin de cuentas, los mismos gusanos han de devorarnos cuando se acabe la vida. A fin de cuentas el mundo es el reflejo de nosotros mismos, de lo que somos, de lo que hacemos.

Es indignante, doloroso y a veces hasta abrumador. No sé qué voy a hacer en el futuro, sólo me niego a ser cómplice del circo mexicano en toda su gama. Intento día a día ser una buena persona y esto me hace feliz. Procuro educar y educarme por la vía del ejemplo, de la consideración y conciencia sociales, del amor, la congruencia, el respeto, la consecuencialidad de los actos. Procuro, sobretodo, porque sé que vale la pena y porque en mi persona y en lo y los que dependen de mí, aún vive la esperanza de que una parte de la sociedad, de los mexicanos, de la humanidad en general, la que vive en plena conciencia de lo que significa vivir en el bien y del bien común, podamos crear, en algún momento una realidad mejor, contra todos los siglos de historia (desde la precolombina) y condicionamiento que nos hacen un pueblo oportunista, traicionero, manipulador y resentido.

Así que este 2010...Celebremos mucho más que 200 años de una acelerada involución social, espiritual y humana...